lunes, 22 de agosto de 2022

Introducción para el introductor de Alejandro Bedoya Cataño

Nota: Un cuento cargado de referencias alusivas a la universidad, en el que se ha intentado jugar con los bloques, auditorios, el campus y sus características, además de un par de sus personajes históricos más icónicos. ¿Podrán pescar todas las referencias? ¡Espero que sí! Disfruten leerlo tanto como yo al escribirlo.

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- Nuestra familia es muy diversa, primo, pero sí que somos unidos a pesar de ser tan distintos.

- ¿Primo? Tú eres Gómez y yo soy Molina, Pedro Nel.

- ¿Prefieres que te llame Gerardo? Ahora eres uno de nosotros y vivirás en la casa 41. Además, serás el primer rostro que muchas personas verán así que, ¿quién mejor que un primo para darles la bienvenida?

Esa fue mi primera conversación con Gerardo cuando llegó al barrio El Volador, en donde todos son familia, así no sean familia. Yo era el encargado de darle la bienvenida. Él era tímido y no dejaba de maravillarse con cada cosa que veía, un joven curioso que, naturalmente, tenía muchas preguntas por hacer.

- ¿101 especies de palmas? ¡Como los dálmatas!

- ¡Así es, primo! Nuestro barrio es un sitio especialmente diverso, y bueno, aunque no haya dálmatas, gatos, zarigüeyas, guacamayas e incluso zorros sí que podrás encontrar. Ni que hablar de la vegetación; te lo advierto, no intentes aprenderte sus nombres o podrías volverte loco. Yo lo intenté con las 405 especies de árboles y tuve que pintar durante un buen tiempo para despejar mi cabeza.

- ¿Cuánto tiempo es “un buen tiempo”

-  Si mal no lo recuerdo fueron unos… 21 años, creo, estaba tan fascinado que casi no vi la luz del sol, y bueno, resultó ser un lindo homenaje.

- ¿21 años? ¡Definitivamente estás loco!

- Cuando se ama el arte, primo, los años pasan como un volador. No parece que hubieran pasado ya 52 años desde que terminé. Por cierto, ahora que lo pienso... 21 años, locura... ¿Por qué siento que hay una extraña relación entre ambos? ¡Ah sí! ¡Los de la 21 están locos! eso suelen decir los demás en las reuniones familiares cuando comienzan a hablar de ciencia. Digo, a casi todos en la familia nos gustan las ciencias, pero los primos de la 21 lo llevan a otro nivel.

Gerardo estaba maravillado con la belleza del barrio, pero era mi deber hablarle también sobre aquellos quienes lo habitaban y con quienes más compartiría.

- Pedro, ¿tu casa cuál es?

- Verás, primo, algunos de la familia no vivimos aquí sino en el barrio Minas que está a unas cuadras. Yo he venido sólo a presentarte la familia, pero puedes visitarme cuando quieras, basta que tomes el bus que estaciona frente a las estatuas y te dejará justo al frente de mi casa.

- ¿Entonces quienes más viven aquí?

- ¡Compañía tendrás de sobra! Mira, los primos de la 46 son expertos en contar historias, son la cara humana del barrio y de seguro te encantarán. Con tus primos de la 24 y 25 podrás sacar a flote tu lado artístico, y crear y diseñar todo cuanto quieras, ¡inclusive un edificio! Y si lo que quieres viajar y salir de aventura, tus primos de la 14 serán los mejores guías.

La bienvenida siguió por un par de semanas y aún recuerdo la emoción de Gerardo aquellos días. El orgullo me embarga al ver esa misma emoción en los ojos de todos aquellos que desde entonces se han unido a la familia y a quienes Gerardo se ha encargado de enseñar todo lo que aquel día le mostré. 


2 comentarios:

  1. Ese cuento me hizo viajar en el tiempo. Muchas gracias

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  2. Increíble!!!!!, gracias por escribirlo y recordarnos nuestro paso por la universidad y sus personajes.

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